Los tanques de almacenamiento pierden cantidad de producto debido a la acción del calor. Los líquidos se evaporan y se filtran por el techo, haciendo que se pierda dinero por este motivo. Aunque este fenómeno es inevitable, gracias a las cubiertas flotantes de aluminio se puede reducir al máximo este problema.
Los materiales con los que se elaboran estas cubiertas hacen que el problema se minimice. Además, son resistentes a productos químicos, por lo que aunque se evaporen ciertas sustancias, la cubierta no se dañará por la acción de estos elementos.
Las cubiertas flotantes también son una buena opción para cubrir grandes zonas en las que se almacenen productos que desprendan fuertes olores. De esta manera se evita la contaminación del aire en el entorno y minimiza la molestia en zonas cercanas donde el viento pueda llevar los olores que se escapen de los tanques.